Alicia la mujer del pescador
Maria Edmee Álvarez
Personajes:
Alicia
Pescador
Pez
Soldado
(Se desarrolla en el campo, una casita, y la orilla del mar)
Narrador: hace muchos años vivían en una humilde casita un pescador y su esposa Alicia. Una mañana el pescador se levanto como siempre para ir a trabajar, y salio hacia la orilla del mar, ahí espero con su caña en las manos y de pronto saco un pez muy grande que le dijo:
Pez: déjame en libertad por dios, te ruego perdóname la vida. Yo no soy un pez como lo puedes ver yo soy un príncipe encantado, déjame en libertad y no te vas arrepentir.
Pescador: OH no es necesario que hables tanto puedes irte si es eso lo que deseas además no me gusta hablar con peses.
Narrador: agradecido a la bondad del hombre el pez no perdió tiempo y se fue sumergiéndose lentamente en el agua. Cuando el pescador volvió a su casa le contó todo a su mujer explicándole que se trataba de un príncipe encantado y que casi con lágrimas en los ojos le había pedido que lo dejara en libertad.
Alicia: y tratándose de un príncipe encantado no se te ocurrió pedirle un favor?
Pescador: confieso que no se me ocurrió y por otra parte que podría pedirle? (dijo sorprendido)
Alicia: por dios lo preguntas toda vía vivimos casi en la miseria en esta casita y tú no deseas pedirle nada a nadie. Vuelve aya y dile al pez que queremos una casita de campo.
Narrador: poco le agrado al pescador la indicación de su mujer pero comprendió que seria inútil discutir con ella, volvió a la playa y espero un largo rato con la caña en las manos tendida sobre el agua. Como pasaba el tiempo y el pescador no veía nada comenzó a lamentarse en voz alta.
Pescador: como are para complacer a mi esposa (decía muy triste), es posible que el príncipe no se allá alejado tanto pero cabe la posibilidad de que se allá alejado muchas millas de aquí,
Narrador: sea por que el príncipe no se había alejado tanto o sea por que había escuchado las palabras de su benefactor asomo la cabeza y le pregunto por el motivo de sus lamentos.
Pescador: perdóname si vuelvo a molestarte (dijo el pescador titubeando), pero mi mujer que conoce tu historia por que se la he contado quiere que te solicite un favor.
Pez: poco me cuesta concedértelo pero por si en otro momento necesitas de mi quiero que recuerdes unos versos que tendrán el poder de hacerme acudir a tu lado en cuanto los repitas oye bien: OH príncipe encantado
Que en pez te has transformado
Acude a la rivera
Ven pronto, ven ligero
Que con ansia te espero
Por que Alicia mi esposa
Me reclama una cosa
Narrador: el pez agrego que solo necesitaba conocer sus deseos para complacerlo.
Pescador: solo quiero una casa, mi mujer desearía que la humilde casa que tenemos se convirtiera en una linda casita de campo.
Pez: Esta bien vuelve cuando quieras y notaras el cambio.
Narrador: y haci diciendo se sumergió de nuevo en el agua y desapareció de la vista del pescador, volvió a su casa y se alegro a ver transformada su casa. Su mujer que lo esperaba en la puerta al verlo le dijo (sonriendo):
Alicia: comprendes ahora la razón que tenia al decirte que le pidieras un favor favor al pez no es mejor esta casa que la que teníamos?
Pescador: realmente viviremos felices y dichosos.
Alicia: por lo menos trataremos de que así sea.
Narrador: transcurrieron 2 semanas y una mañana que la mujer del pescador se levanto antes que el, lo despertó (y le dijo sonriendo)
Alicia: sabes a noche he pensado en una cosa que creo nos haría los seres más felices de la tierra.
Pescador: y que es lo que has pensado? Es que a cazo no somos felices como el que más.
Alicia: siempre con tus tonterías (dijo enojada) bien veo que te conformas con poco.
Pescador: pues tú dirás (dijo no muy convencido)
Alicia: entonces calla y escucha quiero que vayas con el pez y le digas que me haga reina.
Pescador. Que reina comprenderás que tal cosa es imposible y que el pez se negara.
Alicia: eso lo veremos, anda vete cuanto antes y has lo que te dijo (dijo casi sonriendo)
Narrador: seguro de que nada conseguiría oponiéndose a tal orden se dirigió hacia la playa y cuando llego estuvo pensando un poco si hacia bien o mal en solicitar la presencia del pez. Pero después de un rato decidió hacerlo y repitió el verso.
El pez acudió a su llamado y le pregunto:
Pez: que deseas ahora de mi buen hombre
Pescador: me parece qu7e lo que deseo ahora es imposible
Pez: para mi arte no hay imposibles (dijo sonriendo)
Pescador: mi esposa quiere que la conviertas en reina
Pez: si solo deseas eso puedes regresar ya ahí encontraras a tu mujer sentada en un trono de oro y afuera un soldado tocando un tambor
Narrador: luego de eso el pez desapareció y después de un tiempo la mujer le dijo al pescador que fuera con el pez y la hiciera la mujer mas inteligente, el fue con el pez se lo pidió el pez le concedió su deseo. Pasado un mes el pescador regreso y llamo al pez.
Pez: ahora que deseas
Pescador: mi mujer quiere ser reina del sol y la luna
Pez: no lo haré regresa a tu casa que ya no es un magnifico palacio si no la humilde casita del principio confórmate con que no te castigue a ti como lo mereces por ser tan ambicioso
Narrador: sin discutir el pescador se marcho de ahí y al ir de regreso a su casa noto que sus ropas que eran caras ya no le cubrían el cuerpo y en su lugar había las ropas pobres del principio que le recordaba su pobre vida de pescador.
Al llegar a su casa su esposa estaba sentada llorando y se dio cuenta que la codicia debe de ser castigada y que tendrían que resignar a vivir pobres para toda la vida.
Fin
jueves, 25 de junio de 2009
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